El jueves 5 de marzo llegó por la maniana mi amigo Christoph desde Essen para pasar conmigo este fin. Por la tarde fuimos a cenar a "Lone Star Taqueria" en una zona muy hip que se llama Kreuzberg. Sí, un restaurante mexicano, jeje. Me acompaniaron también Petra y Carola, mi mamá y hermana alemanas; Miko, mi amigo polaco; Daniel, mi amigo madrilenio de la escuela y su novia berlinesa, Ivonne; Sascha, mi amigo alemán con el que juego boliche (o con quien me humillo más bien, jaja); Suzanne, mi companierita irlandesa; Juan Pablo, mi amigo mexicano y sus amigos Christina, de Rumania y Jeff, de Toronto. Más tarde llegó también Justus, primo de Christoph. Aquí podrán ver las fotos. Estuvo súper ameno. Al principio estaba yo un poco nervioso porque casi no se conocían entre ellos pero fue una velada inolvidable. Súper buena vibra, buena comida y buena bebida!
De regreso a la casa, justo a la media noche, Christoph, Justus, Miko, Suzanne y yo nos bajamos del tranvía para buscar una tiendita, comprar unas chelas y brindar mientras ellos cantaban a pecho abierto a la mitad de la calle el "Happy Birthday".
El viernes 6 por supuesto que me constó harto trabajo despertarme para ir a la escuela. Pero llegué... y temprano. Cuál sería mi coraje cuando la maestra llegó media hora tarde, jaja, le cerraron un trayecto del metro, ups! Comí con Christoph y Justus y turisteamos un rato por la ciudá. En la noche fuimos a cenar al restaurante italiano favorito de mi familia. Fuimos la Petra, la Carola, el Christoph, el Justus, el Philip (amigo del Justus) y dos amigas de la Carola, la Jannine y la Catherine (les digo "la" porque en alemán así se le dice a la gente, jajaja). Estuvo súper agradable. De ahí, Christoph y yo la seguimos con Justus y sus amigos a un antro muy alternativo. Ya ni soniar con canciones de Belanova si ni siquiera ponían canciones con letras. Pura onda Techno, fue como una prolongación del turisteo, jaja. Además, ya con nuestro brindis en la sangre hubieramos bailado al son que nos tocaran.
Ayer sábado 7 nos lanzamos a donde vive Justus, Leipzig. Podrán leer en mis entradas de mi viaje anterior que es una gran ciudad, me encanta. Ahí paseamos un poco y nos encontramos con Wiebcke (o Vicky para los cuates). Es una chava increíble que ya había conocido yo. Los cuatro estuvimos juntos todo el fin de semana. El sábado por la noche para seguir con las opciones de vida nocturna alternativa fuimos a un "tanzbar" o sea bar para bailar pero con música medio jazzesca. Interesante club, la verdad sí me gustó aunque no terminé de agarrar la onda de cómo bailar. Creo que era como el pasito duranguense pero sin pareja y con los ojos medio cerrados cual pacheco.
Hoy ya estoy de regreso en Berlin y listo para descansar para ir a la escuelita maniana.