Notre Dame de Paris, esta vez sí subí y pude ver a las mismitas gárgolas de "cercas". Wow! No por nada esta catedral es el ícono de la arquitectura religiosa gótica. También vi las campanas, yeah!
La ópera de Paris. Así es, fui por tan sólo 10 euros a ver la ópera en el mismititito recinto donde se aparecía el fantasma (de acuerdo con la historia). El palacio en si mismo es un espectáculo cuya estrella principal es, en efecto, el increíble candelabro que cuelga sobre el público. En cuanto al espectáculo estaba un poco espantado pues había dormido poco la noche anterior, había caminado todo el día y la duración de la función era de... ¡cuatro horas! Pero qué creen, que se me pasó súper rápido. Estuvo buenísima. La música instrumental en vivo, las voces impecables y una historia con un chisme rete sabroso me mantuvieron sin parpadear hasta casi la media noche. Two thumbs up!
Y pues poco puedo decir de Paris que le haga justicia, no por nada es la ciudad más visitada de todo el mundo. Lo que puedo decir, como el filme, es "Paris, je t'aime".

Carl y yo por sus rumbos

Gárgola de la catedral de Notre Dame contempla Paris

Mi amiga Delphi, su novio Leonel y un servidor

Mon ami Xavier et moi

Es en la ópera de Paris, quienes hayan visto El fantasma de la ópera sabrán la importancia del candelabro
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