Sin embargo mi reciente viaje al Viejo continente bien merece una entrada.
La lujosa Côte d'Azur
La princesa de las costas del mediterráneo nos recibió con muy buen clima.
Llegamos como 7h el viernes 17 de junio a Niza Marc-André, su cuñada (Francine) y yo. Rentamos el auto y manejamos hasta Mónaco. Qué relajo manejar en Mónaco! Todas las calles enredadas. Pero qué bonito es!
Viernes fuimos un rato a la playa con una de las mejores amigas de M.A. Se llama Isabelle y es jugadora profesional de poker (google her... Isa 'No mercy' Mercier). También fue con nosotros Melanie (Isa's friend).
Mi mamá, Daniel y Amélie (la novia francesa de mi hermano) llegaron como a las 17h. Fuimos al precopeo al penthouse de Isa cuya vista es, ni más ni menos, que el casino de Montecarlo y el mediterráneo. Fancy, no? Y el precopeo fue con... champaña! De ahí nos fuimos a cenar a un rico (y caro) restaurante italiano.
El sábado subimos al viejo Mónaco para visitar el palacio y asegurarnos que los arreglos para la boda del príncipe Alberto estuvieran en orden, jeje. Después fuimos a Eze. Un lindo minipueblito del cual ya me habían hablado. Es súper lindo. Está en un monte y hay subiditas y callecitas, un tipo Guanajuato pero más chiquito y completamente peatonal.
El domingo Amélie se regresó a su pueblo y nosotros salimos rumbo a Italia en el coche rentado. Mi mamá, Daniel, M.A., Francine y yo. M.A. manejó la mitad y yo la otra mitad. El trayecto fue de sueño. Un rato contorneamos el mediterráneo, otro rato vimos los alpes italianos a lo lejos y el último rato los paisajes de campos italianos.
El casino de Montecarlo.
La vista del meditérraneo y del casino desde el depa de Isa.
Susy meditabunda en el viejo Mónaco.
Eze!
Romeo, Romeo... dónde estás que no te veo?
Llegamos domingo pasado el medio día a Verona. Qué hermosa ciudad. Claro que el centro estaba inundado de gente.
Fuimos a visitar el balcón de Julieta, la plaza principal y subimos a una torre para ver la ciudad desde lo alto. Es súper lindo pues todas las casitas y edificios tienen techo de teja.
Después agarramos rumbo a Venecia. Como teníamos el coche rentado se nos ocurrio que podríamos dejar las maletas en el hotel y después ir a entregar el coche. Cuando preguntamos en un centro de información justo antes de llegar casi se ríen de nosotros. En efecto, una vez en la isla de Venecia... no hay coche que pase. Así que ahí nos tienen a los cinco con nuestras maletas intentando descifrar los mapas y encontrar el hotel.Finalmente llegamos y estaba bastante bien. Chiquito y muy acogedor. Luego luego nos apresuramos para salir a descubrir Venecia así que caminamos hasta la Piaza San Marco. Ni qué decir! Venecia es... bellissima!
Andrés, un amigo de Daniel nos alcanzó aquí.Lunes fuimos a un museo, luego a la Piaza Margarita, luego a la basílica de San Marco y luego hicimos el tradicional paseo en góndola. Poooooooor supuesto que exigíamos un gondolero con playera a rayas! jejeje. Nos compramos una botella de vino y vasos de plástico y chupamos mientras recorríamos Venezia. Ya entrados bajando de la góndola nos compramos o tras 2 o 3 botellas de vino para seguir festejando en la calle mientras descubríamos las calles, puentes y plazas. En la noche cenamos y ya nos traímos un muy buen ambiente.
Martes desayunamos juntos y después nos despedimos pues M.A. y Francine jalaron pa' Florencia y Roma en tren... y mi mamá, Daniel, Andrés y yo pa' Berlin en avión.
Verona: la piaza principal y el balcón de Julieta
Venecia, sus canales, sus góndolas... y sus turistas!
Toda persona que me conozca un mínimo sabe que Berlin es uno de mis grandes amores. Y no es para menos. Berlin es... Berlin!
No puedo compararla con ninguna otra ciudad. Me encanta.
Amélie nos alcanzó en Berlin. Los cinco dimos un recorrido en la ruta 200 de camiones que es como si fuera camión turístico pues tiene dos pisos y recorre los principales atractivos turísticos. Después nos fuimos a comer a un restaurancillo alemán en Prenzlauer Berg... la colonia más groovy! Yo pedí algo que se veía bien alemán... y cuando me van trayendo mi plato... qué asco! Parecía pellejo de puerco crudo! Finalmente le dimos la vuelta y sabía bastante bien. Jajaja. Pero hubiesen visto mi cara de asco y decepción cuando llegó, jaja. Claro que acompañamos los platillos con cerveza alemana. Pero no es lo mismo chupar en un restaurante que... como los verdaderos alemanes... en la calle!! Así que después de cenar nos fuimos a buscar una tiendita y nos compramos una chela para empinárnosla mientras caminábamos rumbo al hotel. Era martes en la noche como a las 23h y las calles llenas de gente cual sábado a las 21h. Increíble.
Miércoles hicimos el Walking tour de Berlin. Un tour obligado para todo turista pues se visitan los puntos más importantes y se aprende de la historia de la ciudad desde el rey Federico el grande hasta la caída del muro pasando por las guerras mundiales, el tercer reich y la guerra fría.
Después del tour echamos una chela en Haeckesher Markt... un lugar super agustín. Hasta una banda callejera nos tocó juntito al bar que elegimos para animar el momento. En la tarde visitamos la catedral protestante y después nos fuimos a cenar Schöneberg.
Yo quería estar cerca del boliche para ir a saludar a mi amigo. En la noche llegó mi amigo Christoph (el que vive en Essen y que lo han visto en mi blog). Lo vimos y fuimos a... echar la chela! Qué más si no??? Después a dormir porque teníamos excursión al otro día.Jueves fuimos todos (con todo y la mamá de Christoph quien también fue a Berlin con él) a Potsdam que es una ciudad a 40 mins de Berlin.
Ahí está el palacio de Federico el Grande con sus jardines y la ciudad es patrimonio cultural de la humanidad. Es súper lindo.
En la noche fuimos a cenar con Carola (la hija de la señora que me hospedó en 2009 cuando fui un mes a Berlin, también la han visto en el blog), su novio y nosotros a nuestro restaurante italiano favorito... que es súper bueno y súper barato. La pasamos súper agusto y los shooters de sambuca estuvieron a la orden del día. Esa Carola!!El viernes en la madrugada se fueron mi mamá, Daniel, Amélie y Andrés :(
Yo fui a despedir a Christoph y a su mamá a la terminal de trenes y luego fui a casa de mi amiga Suzanne y su esposo Iñaki a conocer a los dos hijos que ha tenido en estos dos años que he estado fuera. También vinieron al bonito encuentro mi amigo Daniel, su esposa y su hija. Pasamos una tarde rete agusto. Me dio mucho gusto verlos a todos.
De ahí saliendo me fui a casa de Miko mi amigo polaco pues él me dio posada viernes y sábado. Echamos chela y chisme muy agusto y después fuimos a un bar él, su amigo Daniel (otro polaco) y yo.
El sábado era el mero día... el Christopher Street Day Parade. Fuimos en gran bola y la tradición es tomar champaña barata (de a 2 euros la botella) durante el desfile. Fui con Miko y muchos amigos suyos entre ellos Marcel, la mamá de Marcel, Suzanne, Iñaki y sus bebés. También fue Margarita (mi amiga colombiana que vive en Montreal pero que por el trabajo va seguido a Bélgica y que vino a Berlin el finde), un amigo de Margarita y yo. La pasamos increíble!! Terminando el desfile ponen música en frente de la puerta de Brandenburgo a lo largo de la avenida. Se llena de gente y todo el mundo baila y bebe hasta la medianoche.
De ahí la seguí en mi antro favorito y me la pasé, como cada vez que voy... increíble. Tres salas de música distinta y aunque paseo entre una y otra la pop es mi favorita. Estuve baile y baile hasta las 6 de la mañana. De ahí a dormir un rato pues el domingo fue mi vuelo a Escocia.
Rica cena alemana con cerveza alemana en Prenzlauer Berg.
La puerta de Brandenburgo.
El río Spree y la catedral al fondo.
Alexanderplatz, o alex pa' los cuates.
El memorial a los judíos víctimas de la II Guerra Mundial.
Christoph, Andrés y yo... y mucha cerveza alemana!
Potsdam!
Carola, Christoph y todos nosotros en nuestro restaurante italiano favorito.
Suzanne (arriba) y Daniel (abajo) con sus respectivas criaturas.
La famosa fuente del famoso Volkspark Friedrichshain.
Christopher Street Day!
La gran sorpresa de mi viaje fue Escocia. Tenía muchas ganas de ir desde hace mucho tiempo pero no tenía ninguna imagen mental de cómo podrían ser las ciudades. Ya saben de Venecia sabemos muy bien qué esperar y es justo lo que es. París lo mismo. Pero Escocia lo único que esperaba era ver hombres en falda (kilt). Es precioso y la gente es súper amable.
El domingo en la noche llegué a Glasgow y desde el aeropuerto la gente súper acogedora (y los muchachos súper guapetones). El único problema es el acento que no se entiende ni madres. Directo me fui a la casa de mi couchsurfer, mi anfitrión. Así es me inscribí en un sitio donde la gente ofrece gratuitamente su hogar para los viajeros.
El lunes fui a caminar por todo el centro de Glasgow, la catedral y el cementerio.
El lunch lo comí en un pub verdaderamente escocés. Puro viejillo que se la ve que se la vive ahí. Cuando entré era claro que yo no era de ahí. Muy amables todos y mi Fish n' chips me salió bien baras!Seguí caminando, luego fui a la galería de arte moderno de Glasgow, GOMA pa' los cuates. Ahí hasta dejé mi contribución artística en el área de actividades para niños, jaja. Luego fui a echar unas chelas escocesas a un bar donde la gente siguió sorprendiéndome con su amabilidad. Le hacen a uno conversación en todos lados.
Oigan cabe decir también que actualmente en Escocia oscurece como a las 23h y amanece como a las 3h. Así como lo leen!
El martes fui a Stirling un pueblito rete bonito donde está el castillo de Stirling que era el castillo de verano de la realeza escocesa, María Estuardo entre ellos. Ahí también está el campo de batalla y el memorial a William Wallace (recuerdan Mel Gibson en bravehart?).
Por la noche encontré a mi amiga Maryfer (aka la Reina; aka la Pioja) y a dos amigos suyos de la UDLA (Ángeles y Gabo) en Edinburgo, o como pronuncian los escoceses: Edinbra. Qué emoción fue ver a mi Reins!!! Sobre todo en tierras tan lejanas y tan bellas.Edinburgo es otro boleto. Es PRECIOSO. De verdad, está en otras ligas. Me quedé boquiabierto ante la belleza de la capital escocesa. La vieja ciudad y el castillo que fueron construidos sobre los restos de un antiguo volcán hacen que el skyline de la ciudad sorprenda a más de uno.
Ya los cuatro juntos nos fuimos con nuestro couchsurfer de Edinbra.El miércoles hicimos el walking tour de Edinburgo.
Luego caminamos la milla real y en la noche hicimos el tour de fantasmas. Hay harta historia macabra en Edinbra. Terminando el tour pese al cansancio dimos una vuelta por un barsín súuuuuuuuuuper padre.Llegando a nuestra casa couchsurfera nos echamos una pizza y una botellita de vino.
El jueves fuimos al castillo de Edinbra y después me lancé yo para el aeropuerto rumbo a Paris.
Me queda como pendiente el lago Ness y los Highlands escoceses. Es un destino al que seguramente regresaré algún día!
Glasgow!
Stirling (la torre que se ve al fondo a la derecha es el memorial a William Wallace).
El tradicional kilt
Se dice que hay que escupir al centro del corazón para encontrar el amor verdadero y hay que evitar a toda cuesta pisar el corazón para no sufrir del efecto contrario. Yo nomás por si las flais contribuí con mi escupitajo.
El increíble skyline de Edinbra.
En el castillo de Edinbra.Oh... Paris, Paris, Paris!
Salimos a cenar y por una chela.
El viernes vi a M.A. y a Francine e hicimos el walking tour de Paris.
Después nos organizamos un pic-nic en los Jardines de Luxemburgo.En la noche fuimos M.A. y yo a cenar con Carlos, Perrine y unos amigos suyos a un restaurant muy agusto y de ahí a dormir pues al otro día regresábamos.
Carlos, Perrine y yo!
Picnic en el jardín de Luxemburgo.
Su servilleta en un restaurante parisino.Llegamos a Montreal el sábado antes de las 15h. Montreal nos recibió con como 30 grados centígrados. Y por el estilo ha estado el clima las últimas dos semanas.
El domingo terminé de empacar mis cosas y el lunes me mudé con la ayuda de M.A., Paul y Leila.
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