En Andalucia fui a Sevilla y Granada, donde el mal tiempo no impidió que gozara de tan colorida región española. Atención gente, la España de sus pensamientos y estereotipos es Andalucía. Los toros, las tapas, el flamenco, las tavernas (con señor que atiende con look y acento del personaje de Puro Loco), la fiesta... en fin, una delicia de lugar. En Granada estuve con Phil (amigo de Kanata y del Americano) quien se portó de maravilla. Granada es hermosa y la Alhambra es la cereza del pastel. Pronto verán fotos de tan famosos palacios árabes ubicados en la acrópolis granadina.



Madrid, la capital. Varias personas me advirtieron que Madrid no tenía chiste. Así que llegué con dudas. Pues toda duda se disipó, Madrid es una ciudad que no te puedes perder. Me encantó. Es cierto que no es tan internacional como Barcelona o tan pintoresca como Granada pero esta capital es una ciudad dinámica, eléctrica, elegante... es Madrid! Debo decir que me faltó tiempo. Fui también a Toledo que está rete cerquita pero que ya es parte de Castilla-La Mancha, región que posee el orgullo de haber reconquistado España. Aqui las advertencias fueron certeras. Es una muy bonita ciudad amurallada con una catedral que parece museo de arte pues alberga piezas únicas de artistas españoles de primer nivel.

San Sebastián. Así que llegué al País Vasco. Ok, el catalán es distinto pero se entiende. El eusko (vasco) es como el ukraniano, no se entiende ni mais. San Sebastián es lindo, se nota que hay más varo en el norte de España. No hice surfing porque hacía frío, no tiene nada que ver el que en realidad no sé surfear, jaja.

Y bueno, de ahí crucé la frontera española-francesa para llegar a tierra de mis ancestros, Bordeaux. Es una ciudad hermosa, de verdad, es linda y con clase. Tiene mucho de lo bonito de Paris pero aqui la gente es mucho más amable. No obstante, en realidad, lo que más disfruté de Bordeaux fue conocer a mis familiares. Tomé el té y el cake con familia lejana que aún vive donde los Mayaudon comenzaron. Maria Elena me ha platicado cómo llegaron los Mayaudon a México. Fue en 1854 gracias a que Napoleón metió sus narices en México, que un Mayaudon, farmacista, dejó Francia. La tradición siguió pues la familia de mi abuelita tenía una farmacia en Teziutllán. Hoy en dia quedan pocos Mayaudon en Francia pero son importantes. Hay una calle con el nombre de uno de los primeros Mayaudon. Fue súper emocionante e interesante conocer esta parde de mi árbol genealógico.


Ahora estoy en Paris por unos días más antes de cerrar el viaje con broche de oro de paseo por Bélgica con Venise!!! yeah!
Dejen sus comentarios y esperen con ansía las fotos y el epílogo de mi viaje incluyendo mis listas de lo top de este viaje.